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Qué hacer ante las situaciones frustrantes

Hace unos días me escribió una persona comentando que le gustaría saber qué hacer ante situaciones frustrantes, particularmente, ella está pasando por una situación injusta en su trabajo y esto le genera mucho descontento. Y quién no ha pasado por algún momento así, no sólo en el trabajo, sino con la pareja, los amigos, los hijos, en fin, la sensación de frustración es común en los seres humanos y parte del contraste entre lo que nos gustaría que pasara y lo que realmente está pasando. Cuando nos quedamos de manera prolongada en esta sensación de frustración podemos experimentar:

  • Estados de ánimo negativos. Estar todo el tiempo dándole vueltas a la situación frustrante trae consigo un estado de ánimo desagradable, incluso puede conectarnos con estados depresivos.
  • Bajo rendimiento. Aunado al estado de ánimo negativo, nuestra capacidad para ponernos en acción se reduce, la motivación decae y nos es más difícil llegar a nuestras metas o cumplir con nuestras actividades diarias.
  • Desconexión de nuestros objetivos. Centrar por mucho tiempo nuestra atención en lo frustrante nos deja poco tiempo para lo más importante, la atención a nuestros anhelos y deseos más profundos.

Entonces, qué hacer con esas situaciones frustrantes, aquí algunas recomendaciones:

  1. Presta atención a la situación, a lo que realmente está ocurriendo. Cuando narres los hechos y observes esa situación, trata de distinguir la realidad de las fantasías de la mente. Por ejemplo: si la situación frustrante es que tu jefe no te consideró para un proyecto importante y llamó a otra persona… revisa si realmente es que no te consideró o es que no te consideró para lo que tú querías hacer, revisa también si ese proyecto tiene que ver con tus responsabilidades o si tú le habías mencionado en alguna otra ocasión que estabas interesada en ese proyecto. Decir: “no me considero para la parte del proyecto en la que me hubiera gustado estar”, es muy diferente a: “mi jefe no me considero para un proyecto muy importante.”
  2. Descarta el drama. Generalmente, cuando no prestamos atención a lo que está sucediendo y generalizamos, aparece el drama, siguiendo el ejemplo anterior, podríamos pensar: “y ese proyecto va a ser el más importante de la empresa, seguro es el que va a traer más reconocimientos y dinero a la organización”. Estas conjeturas para lo único que sirven es para hacernos sentir más mal y parten de una idea de escasez, supongamos que efectivamente ese proyecto trajera mucho reconocimiento a la empresa, ¿y? Eso no quiere decir que tú no te puedas involucrar en otros proyectos que también sean importantes.
  3. Acepta tus sentimientos. Ahora bien, descartar el drama no significa que ante una situación frustrante o injusta no vas a aceptar tus sentimientos, eso sería negar  el derecho que tines a ser humano y además, perderte del valioso mensaje de tus emociones. Tras una situación frustrante, acepta tu frustración y todas las emociones que conlleva, probablemente enojo, tristeza, desesperación, etc. Las personas tendemos a querer “solucionar” nuestras emociones de inmediato, queremos pasar de la frustración a la alegría en unas cuantas horas. Estar en “malestar” unos días puede traer mucho aprendizaje y te puede dar la oportunidad de tomar mejores decisiones, que justo es el punto que sigue.
  4. Toma decisiones. Revisa qué puedes hacer ante la situación injusta, tal vez puede hablar con tu jefe para contarle que te hubiera gustado estar en el proyecto o probablemente decidas que ya no quieres trabajar en esa área o en esa organización. Tomar decisiones ayuda a mover la energía y a no quedarte atrapado en la frustración. También nos aleja de la victimización, las personas que se victimizan no actúan, se la pasan quejándose de lo mal que hacen otras personas o de lo terrible que se sienten ante la presencia de los demás, ¡pero no se retiran! O quieren que ocurra justo lo que ellas quieren, no negocian y todo lo ven en términos de “todo” o “nada”. Abandonando la victimización, si decides hablar con tu jefe, trata de ser muy concreta, mencionar algo como “siento que no hay integración en el equipo” es muy general, “me hubiera gustado estar en este proyecto” es mucho más concreto y específico. Y bueno, algunas veces no es tan sencillo y la situación es más compleja, la persona que me escribió el correo me comentaba que en la organización donde labora, uno de los puestos directivos lo ocupa una persona que no está capacitada para ese puesto y que ese punto le afecta directamente a ella. Ante esta situación, se pueden encontrar alternativas para que esa situación afecte menos como buscar un movimiento dentro de la empresa o incluso otro trabajo.

En todo esto, lo más importante será no perder de vista lo más importante: nuestra dignidad y nuestros sueños. Que la frustración no invada nuestra esencia y que sepamos que, ante cualquier problema, lo más importante es rescatar el derecho que tenemos a alcanzar nuestras metas, respetando nuestro derecho a ser humanos, a sentir tanto emociones agradables como desagradables. Si mirando la realidad nos damos cuenta que la situación no nos gusta, contemplemos la incomodidad sin dramas y luego, ¡decidamos!

Finalmente, les comparto una frase muy inspiradora del maestro zen Thich Nhat Hanh:

Las personas suelen considerar caminar sobre el agua o en el aire un milagro. Pero creo que el verdadero milagro no es caminar , ya sea en el agua o en el aire , si no caminar en la tierra.”

Tomemos esto como una invitación a no dar vuelo a las fantasías que nutren la frustración y a revisar, una vez puestos los pies en la tierra, qué queremos hacer con las situaciones que nos ocurren, siempre pendientes de nuestra dignidad y del absoluto respeto que decidimos procurar a nuestros anhelos más profundos.

Alejandra Lopez
Alejandra Lopez
Directora del Instituto del Desarrollo Óptimo, especialista en Educación y Felicidad.
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