Saber más de nosotros mismos es algo que a las personas suele apasionarnos. De igual forma, la mayoría de los papás y mamás quieren conocer más sobre sus hijos y sobre cómo ayudarlos a desarrollarse.
En esta ocasión te presentaré un tema fundamental para ampliar la visión que tienes de ti mismo y también de tus hijos o de las personas que están cercanas a ti. De lo que hablaremos es de la teoría de fortalezas.
Las fortalezas son características positivas que todas las personas tenemos y que nos ayudan a bien funcionar. Son rasgos que se relacionan con nuestros talentos y con las habilidades que hemos ido desarrollando a lo largo de la vida. La investigación de fortalezas señala que cuando conocemos, amamos y desarrollamos aún más dichas fortalezas, somos mucho más felices, tenemos una vida más significativa y también una vida más feliz.
Sin embargo, aunque esto de las fortalezas suena muy atractivo, las personas no solemos prestarles tanta atención. Muchas veces estamos tan enfocadas en hablar de lo que nos salió mal o de lo que no tenemos, que hablar de lo que hacemos bien pasa a segundo plano.
Prestar atención a acontecimientos que no salieron bien es útil, nos ayuda a prestar más atención, poder pedir una disculpa si es el caso o mejorar. Sin embargo, no es suficiente si queremos lograr resultados mucho más contundentes y elevar nuestros niveles de felicidad. Para eso, para llegar a ser la mejor versión de nosotros mismos, también es necesario incluir nuestras fortalezas, es decir, nuestros superpoderes.
Ahora sí, ¿cómo hablar de fortalezas? Existen muchas maneras de hacerlo. En esta ocasión te invito a realizar un ejercicio que puedes compartir también con tus hijos.
Lo primero que te voy a pedir es que pienses en una actividad que suelas hacer en la vida cotidiana y que hagas muy bien. No tiene que ser necesariamente del ámbito profesional, puede ser: escuchar a mis amigas, adornar la casa, tocar el piano y hacer canciones nuevas.
A continuación, revisa la tabla que aparece aquí abajo y trata de relacionar una fortaleza que pongas en práctica en dicha actividad que elegiste.
Por ejemplo:
Finalmente, haz un dibujo o escribe en un lugar visible para ti, puede ser un pizarrón de corcho que tengas a la mano, esa fortaleza. De tal forma que la estés viendo continuamente y de esta forma tengas un recordatorio de uno de tus superpoderes.
Invita a tus hijos a hacer esta actividad contigo. Al final tendrás dibujos como los que aparecen aquí. Justo estas imágenes las hicieron dos niños de cuarto de primaria, dentro del programa Aulas Felices en México del Instituto de la Felicidad.
Me encantará que me escribas en los comentarios cómo te fue con la actividad, qué descubriste, qué te sorprendió, y también me gustaría ver los dibujos que generaron. Tu ayuda es importante para que esta comunidad crezca y que pongamos de “moda” las fortalezas.
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