Para muchas personas la Navidad es una fecha muy significativa e importante, porque implica convivencia con la familia, con los amigos, con los compañeros de trabajo, y también porque se presta para reflexionar acerca de temas muy profundos como el sentido de vida.
Sin embargo, no siempre nos la pasamos bien, es común que pasadas las fiestas pensemos: “esperaba más”, “las cosas no salieron como yo quería”, “ahora hay que regresar a la rutina”, “no me siento feliz”.
Para no caer en esta desolación post Navideña hay mucho que podemos hacer, cosas que desde ahorita podemos tomar en cuenta para que todo salga mejor y no preocuparnos por nuestro estado de ánimo hasta el momento en el que la desolación ya llegó.
Aquí te dejo algunas recomendaciones:
- Baja la expectativa. Si llegamos a la Navidad con la idea de que toda la vida va a cambiar, que vamos a vivir experiencias cumbre tipo Disneylandia, que esta vez sí nos reconciliaremos con esa prima con la que tenemos problemas, o que ese tío esta vez sí va a traer una buena actitud…¡podemos decepcionarnos! No es que no puedan pasar cosas grandiosas en esta época, pero la verdad es que a veces exageramos con la idea romántica de la Navidad y con todo lo que nos puede suceder.
- Agradece. Agradecer es la contraparte de las expectativas, porque sólo podemos agradecer lo que ya tenemos, no lo que deseamos y aún no sucede. Esto nos contacta con una sensación de abundancia y valía personal. Podemos agradecer la compañía, la comida, la bebida, las oportunidades, la posibilidad de viajar, la dicha de estar sanos, etc. También puede ser un buen momento para agradecer a las personas que nos han apoyado durante el año, puedes hacer una carta de gratitud o simplemente mandar un mensaje de texto para esas personas importantes para ti.
- Revisa cómo te la quieres pasar. A pesar de todos los contratiempos y momentos adversos que pueden ocurrir en Navidad, hay que reconocer que nosotros tenemos mucho poder para decidir cómo nos la queremos pasar en estas fechas. Decía Viktor Frankl: “Cuando no eres capaz de cambiar una situación, estás desafiado a cambiarte a ti mismo”. Y el primer paso para hacer esto sería preguntarnos: ¿cómo quiero “ser” en Navidad? Quiero ser una persona propositiva, paciente, amorosa, serena…Y claro, si vienen momentos desagradables, lo mejor que podemos hacer es darnos el permiso para ser humanos y experimentar las emociones desagradables, pero con reloj, con tiempo de inicio y de finalización. Recuerda, el dolor es inevitable pero el sufrimiento es opcional. Hay mucho que puedes hacer para decidir cómo quieres ser en estas fechas y ojo: ¡qué se note eso que has elegido!
- Planea y ejecuta. Otra cosa muy importante es planear momentos y experiencias agradables, no sólo pensar en el vestido que nos pondremos para esa fiesta o en la comida que vamos a preparar, sino también en qué vamos a hacer en esa fecha: jugar un juego de mesa, improvisar un karaoke, armar la bailada…en fin, hay muchas cosas que podemos hacer. Aquí te dejo la liga al programa “Descúbrete Feliz” que conduje junto con mi querida Clemen donde un DJ nos habla sobre qué música podemos poner en Navidad: IR AL PROGRAMA. Pensar en este tipo de detalles pueden hacer la diferencia entre una Navidad cualquiera y una Navidad muy divertida.
- Escribe. Finalmente, hay que tomar nota de todos los momentos agradables que pasamos durante estas fechas, no dejemos a la memoria esta tarea, porque como ya hemos platicado en otros momentos, el sesgo de negatividad (la importancia que le damos a los momentos negativos o desagradables) puede jugar en nuestra contra.
Además, si fuiste de las personas que hiciste la recomendación que te hice en Felicidad TV hace unos meses (VER LA RECOMENDACIÓN), puedes aprovechar esta fecha para abrir esos papelitos y pasar un momento inigualable.
Finalmente, me encantará leer tus comentarios y si tienes más ideas para disfrutar al máximo estas fechas, compártelas para que todos nos enriquezcamos con tus propuestas.